La empresa Baula Recerca Arqueològica SL ha comenzado los trabajos de desmontaje y traslado de los hallazgos arqueológicos del yacimiento de Ca la Madrona para su preservación.
Los hallazgos han sido exhaustivamente documentados durante la intervención arqueológica preparatoria para su desmontaje y almacenamiento. Provisionalmente se guardarán en el mismo recinto para más adelante trasladarlas definitivamente para hacerlas accesibles a la ciudadanía en el espacio del Bon Recés, a 250 metros.
El traslado de los hallazgos, que cuenta con la autorización del Departamento de Cultura de la Generalidad de Catalunya, permitirá avanzar en las obras de la primera fase del Parque Circular Mataró-Maresme, un proyecto de infraestructura pública singular en Europa de alto valor ambiental, económico y social cuya finalidad es cambiar el actual modelo de producción y consumo hacia el modelo de economía circular.
Por otra parte, esta semana, la empresa Can Mansana SL ha comenzado la intervención arqueológica especializada de la fase industrial de la parcela. Estos trabajos arqueológicos servirán para inventariar y registrar los hallazgos que puedan resultar de la excavación manual del yacimiento.
Los hallazgos documentados hasta el momento
Los restos encontrados en el transcurso de las diversas intervenciones arqueológicas se pueden enmarcar en tres períodos diferentes.
De época romana (siglos I-IV), se ha documentado un edificio construido hacia el 70 d. C. y reformado ampliamente a finales del siglo III o inicios del siglo IV, en el que se configura como un edificio con cinco ámbitos diferenciados y que corresponderían a estancias de la parte rústica de una villa o a un establecimiento aislado con fines agrícolas o industriales, con una perduración hasta la primera mitad del siglo V. De esta época también se han encontrado dos turcularium, es a decir, dos bodegas para hacer vino.
De época tardo romana (construido en la primera mitad del siglo V y amortizado entre finales del mismo siglo o inicios del VI) se ha encontrado una calle delimitada por un edificio de grandes dimensiones que conserva una puerta de entrada y un muro paralelo. A ambos lados de la calle se documenta una necrópolis de la que se han excavado 88 tumbas. Los estudios señalan que el edificio se trataría de una construcción a cielo abierto, sin tejado. En Catalunya se han encontrado edificios muy similares en el Monasterio de Santa Caterina y en el Monasterio de Sant Cugat con necrópolis alrededor; por eso las hipótesis actuales llevan a pensar que este edificio se trata de un aula funeraria.
Finalmente, del siglo XIV, se han documentado un buen número de zanjas para plantar viñas dispuestas en hiladas y que están limitadas por un muro que hace la función de bancal.
El estado de conservación de los restos es bastante malo, ya que es un yacimiento muy arrasado por el pasado industrial de la parcela. De esta forma, dado que el interés de los restos no está en la relevancia de las estructuras conservadas, sino en el conocimiento que aportan y para hacer compatible su conservación con la construcción del Parque Circular Mataró-Maresme, se trasladarán los hallazgos para su futura divulgación en un centro de interpretación.
Con el objetivo de que los restos museizados expliquen la diacronía del yacimiento y los diversos usos agrícolas, religiosos y funerarios que tuvo se reubicarán las siguientes estructuras: la presunta aula funeraria, parte de las tumbas tardoantiguas y los restos del edificio que corresponderían a las estancias de la parte rústica de una villa romana.
La propuesta del Ayuntamiento de Mataró es situar este equipamiento en la zona del Bon Recés, es decir, a 250 metros del lugar original de los hallazgos. Allí se proyectará un nuevo parque urbano para la ciudad que alojará el centro de interpretación y acogerá a sus visitantes.
Esta zona forma parte de la anilla verde y es un mirador natural de las Cinc Sénies.
Con esta propuesta Mataró mantiene el proyecto del Parque de economía circular, al tiempo que gana un nuevo centro para acoger los hallazgos y pondrá en valor una zona verde con una nueva referencia cultural para la ciudad.
Trasladar restos: una fórmula excepcional de salvaguardar el patrimonio
La legislación vigente en materia de patrimonio contempla el traslado de restos arqueológicos como opción apta cuando no hay alternativa. De esta forma, dada la cronología de los restos, su estado de conservación y la incompatibilidad con el proyecto del Parque Circular, la propuesta de traslado de los hallazgos a la zona verde del Bon Recés es la más adecuada.
En Catalunya, España y otros países existen ejemplos exitosos en los que el traslado ha permitido la salvaguarda de los restos e, incluso, en algunos casos el yacimiento se ha convertido en un referente de la didáctica y difusión de la arqueología.
La Basílica paleocristiana del Francolí (Tarragona) trasladada en 1997 en el ámbito del aparcamiento del Centro Comercial Parque Central, el dolmen de Sols de Riu (Baronia de Rialb) trasladado en 2000 para que no quedara sumergido en el pantano de Rialb, las tumbas púnicas del barrio de Bahía Blanca (Cádiz) trasladadas al cementerio de Chiclana, la tumba monumental del guerrero del siglo VI aC descubierta en 2012 en la calle Refino de Málaga y trasladada en 2016 al museo arqueológico de Málaga o los restos de la vila romana de Cambre (Galicia) trasladadas en 2001 a un nuevo centro de visitantes, son algunos ejemplos.
Parque Circular Mataró-Maresme
El Parque Circular Mataró-Maresme es un proyecto enfocado a la economía circular y que tiene la voluntad de promover la reparación y reutilización de materiales y productos para reducir la producción de desechos.
Su construcción, que ocupa una parcela de 2 ha, está impulsada por el Consorcio de Residuos del Maresme, ente formado por 28 ayuntamientos de la comarca bajo la presidencia de Mataró, y también con participación de la Diputación de Barcelona y el Consejo Comarcal del Maresme. La inversión estimada es de 11 M€ provenientes de la Generalitat y de los fondos Next Generation, 18 M€ de los Ayuntamientos Consorciados del Maresme y 12 M€ de inversión privada.
En el Parque se desarrollarán actividades de diferente naturaleza pero todas ellas integradas en una visión de conjunto y bajo los principios de la Economía Circular. La primera fase del proyecto prevé el Espacio Refer, que incluirá un conjunto de servicios gratuitos para la ciudadanía destinados a la reducción de residuos: servicio de asesoramiento para la autorreparación en diferentes ámbitos (informática y aparatos electrónicos, carpintería y mobiliario, bicicletas, textil, bricolaje doméstico, etc.), una biblioteca de las cosas, una Scrap Store, un servicio de préstamo de vajilla reutilizable, una gran tienda de segunda mano, una cocina donde se realizarán talleres para prevenir el desperdicio alimentario, entre otras actuaciones que incluirán la inclusión social de colectivos desfavorecidos.
La ejecución de la primera fase también incluye la mejora de la gestión y selección de los residuos voluminosos para maximizar su potencial de recuperación. Las siguientes fases del Parque se centrarán en actividades de carácter más tecnológico e industrial, de iniciativa privada.
Lo que hace disruptivo el proyecto es unificar en un mismo ecosistema iniciativas destinadas a la ciudadanía con iniciativas privadas dirigidas a llevar a la práctica actividades empresariales en el ámbito de la economía circular.
El Parque Circular Mataró-Maresme generará sinergias con las políticas de mejora y desarrollo urbano de los barrios contiguos y dinamizará el polígono de Mata-Rocafonda como polo de atracción de industrias e iniciativas circulares. También generará nuevo y mejor empleo, resiliencia económica y social, impacto territorial y efecto tractor, con experiencias escalables y replicables. El proyecto tendrá un impacto socioeconómico para Mataró y el Maresme muy positivo. Se estima que durante la fase de construcción se generarán 381 puestos de trabajo y otros 211 durante la fase de explotación.
Es un proyecto alineado con el Pacto Verde Europeo y la Estrategia Española de Economía Circular y supone la transición innovadora hacia un nuevo modelo de producción y consumo que actúa como palanca para la modernización industrial, la generación de conocimiento y el desarrollo de nuevos modelos urbanos. El Parque Circular Mataró-Maresme apuesta por la industria 4.0, la economía del conocimiento y la digitalización.