El proyecto, singular y disruptivo, tiene como objetivo la prevención, reparación y reutilización de residuos para alargar el ciclo de vida de los productos y reducir al máximo la generación de residuos y la extracción de recursos no renovables
El diseño del edificio apuesta por la sostenibilidad, integrando materiales constructivos recuperados, energías renovables y un modelo arquitectónico pedagógico
Con una inversión de 40 millones de euros, el proyecto creará casi 600 puestos de trabajo y posicionará el polígono Mata-Rocafonda como epicentro de la economía circular
Esta semana la empresa Vialser Edificación y Obra Civil, S.L.U. ha empezado las obras de edificación de la primera fase del Parque Circular Mataró-Maresme, ubicado en el polígono industrial de Mata-Rocafonda de Mataró. Impulsado por Maresme Circular, se trata de un proyecto pionero en Europa que tiene la voluntad de promover la reparación y reutilización de materiales y productos para reducir la producción de residuos y que además incorpora, tanto en el diseño como en la técnica constructiva, los máximos estándares de sostenibilidad que el propio proyecto promueve en materia de economía circular.
Con un presupuesto constructivo de casi 7M€, la primera fase del proyecto contempla el ‘Espai Refer’ [Espacio Rehacer], un “centro cívico” de prevención de residuos con un conjunto de servicios gratuitos para la ciudadanía que tiene una clara vocación de integración social.
¿Qué ofrecerá el ‘Espai Refer’?
- Servicio de asesoramiento para la autorreparación en diferentes ámbitos (informática y aparatos electrónicos, carpintería y mobiliario, bicicletas, textil, bricolaje doméstico, etc.).
- Una Biblioteca de las Cosas de la que coger en préstamo objetos de uso esporádico, como por ejemplo un taladro, que se utiliza de media 12 minutos en toda una vida.
- Una cocina donde se realizarán talleres para prevenir el desperdicio alimentario.
- Servicio de préstamo de vajilla reutilizable.
- Una gran tienda de segunda mano.
- Una Scarp Store, donde varias empresas ofrecerán sus excedentes para investigar en ecodiseño.
- Charlas para aprender a tirar menos y aprovechar mejor lo que ya tenemos.
La ejecución de la primera fase incluye también una zona de tratamiento de residuos voluminosos conectada con la recogida puerta a puerta para maximizar su potencial de recuperación. Las siguientes fases del Parque se centrarán en actividades de carácter más tecnológico e industrial, de iniciativa privada.
Construcción sostenible
El diseño del edificio, realizado por Julià Arquiteces Associats (JAAS), está pensado para seguir las directrices europeas nZEB (Nearly Zero Energy Building) de eficiencia energética en edificios de consumo de energía casi cero. Es decir, el edificio está pensado para que tenga un alto nivel de eficiencia energética, incorporando soluciones de control pasivo para la reducción del consumo energético durante la vida útil del equipamiento, e integrando placas fotovoltaicas en la cubierta para la producción de energía eléctrica y energía térmica solar para cubrir su baja demanda de energía.
La concepción del edificio aborda también otras cuestiones clave en materia de sostenibilidad como el control de su ciclo del agua, el diseño constructivo priorizando la reducción del consumo de materiales y su selección estratégica.
A nivel arquitectónico, la propuesta quiere normalizar la presencia de materiales y elementos aprovechados y recuperados en su construcción. Por ejemplo, teniendo en cuenta que el proyecto se llevará a cabo en los antiguos terrenos que ocupaba la Cooperativa Obrera Cristalerías de Mataró, se aprovecharán los áridos de vidrio desmenuzado de varios colores que se acumulaban en la parcela como residuo de la antigua fábrica para la coloración de los pavimentos interiores.
Por otra parte, el proyecto plantea también una estrategia de visibilización desacomplejada de los diferentes sistemas estructurales y constructivos, con la clara voluntad de comunicar a usuarios y visitantes su funcionamiento. Se trata de una estrategia pedagógica que busca explicar a la sociedad los valores del propio equipamiento como ejemplo del rol que un edificio circular puede desarrollar a nivel social y ambiental, en un contexto de crisis climática.
La sede, el polígono Mata-Rocafonda
Lo que hace disruptivo el proyecto es unificar en un mismo ecosistema iniciativas destinadas a la ciudadanía con iniciativas privadas dirigidas a llevar a la práctica actividades empresariales en el ámbito de la economía circular.
El Parque Circular Mataró-Maresme generará sinergias con las políticas de mejora y desarrollo urbano de los barrios contiguos y dinamizará el polígono de Mata-Rocafonda como polo de atracción de industrias e iniciativas circulares. También generará nuevo y mejor empleo, resiliencia económica y social, impacto territorial y efecto tractor, con experiencias escalables y replicables. El proyecto tendrá un impacto socioeconómico para Mataró y el Maresme muy positivo. Se estima que durante la fase de construcción se generarán 381 puestos de trabajo y otros 211 durante la fase de explotación, 105 de los cuales para personas en riesgo de exclusión social.
Es un proyecto alineado con el Pacto Verde Europeo y la Estrategia Española de Economía Circular y supone la transición innovadora hacia un nuevo modelo de producción y consumo que actúa como palanca para la modernización industrial, la generación de conocimiento y el desarrollo de nuevos modelos urbanos. El Parque Circular Mataró-Maresme apuesta por la industria 4.0, la economía del conocimiento y la digitalización.
Inversión y calendario
El proyecto, impulsado por el Consorcio de Residuos del Maresme, entidad formada por 28 ayuntamientos de la comarca bajo la presidencia de Mataró, y también con participación de la Diputación de Barcelona y el Consejo Comarcal del Maresme, tiene una inversión estimada de casi 40M€ provenientes de los Ayuntamientos Consorciados del Maresme (14,3M€), de inversión privada (14,6M€) y de subvenciones de la Generalitat y de los fondos Next Generation (11M€).
El inicio de las obras de la primera fase llega con cuatro años de retraso. Esto se debe al hallazgo de restos arqueológicos de época romana, tardo-romana y medieval durante los trabajos de retirada de las preconstrucciones industriales y prospección arqueológica inicial que se realizaron a finales de 2020 en el solar donde se ubicará el Parque Circular. Los hallazgos cuentan con la autorización del Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña para su traslado a la zona del Bon Recés, a 250 metros del lugar original, para que el Ayuntamiento de Mataró pueda divulgarlos en un futuro centro de interpretación. Hasta que llegue el momento, se almacenarán de forma provisional en la parcela del Parque.
El retraso en el inicio de las obras podría suponer que las subvenciones obtenidas por el proyecto (valoradas en unos 11M€ y que están sujetas a plazos estrictos) no se puedan ejecutar. En este caso, el Consorci buscará otras formas de sostenibilidad del proyecto.
Se prevé que la edificación de la primera fase quede finalizada de cara a la primavera de 2026.